Cerrá tus Pendientes y Liberá tu Mente, por Jack Canfield
“Si un escritorio desordenado es el signo de una mente desordenada, ¿cuál es el significado de un escritorio limpio?”
— Laurence J. Peter

Dale una mirada al diagrama de arriba. Se llama el Ciclo de la Finalización.
Para tener éxito en lo que sea, para obtener un resultado deseado, precisás recorrer estos pasos: Decidir, Planificar, Empezar, Continuar, Terminar y Completar. La pregunta es, ¿cuántos de nosotros nunca completamos del todo? Llegamos hasta la etapa final, la de terminar, pero siempre dejamos algo sin cerrar.
¿Hay aspectos en tu vida donde dejaste proyectos a mitad de camino o donde no pudiste cerrar ciclos con personas? Cuando no completás el pasado, no podés estar libre para disfrutar plenamente el presente.
No Completar Te Resta Energía Mental
Cuando empezás un proyecto, hacés un acuerdo o identificás un cambio necesario, esto se aloja en tu memoria a corto plazo, ocupando lo que yo llamo una “unidad de atención”. Solo podemos concentrarnos en un número limitado de cosas a la vez. Cada promesa, acuerdo o ítem en tu lista de pendientes reduce las unidades disponibles para dedicarte a las tareas actuales, y te quita energía para atraer nuevas oportunidades y abundancia a tu vida.
Entonces, ¿por qué la gente no completa? Generalmente, los temas incompletos representan áreas de nuestra vida donde no estamos claros, o donde existen bloqueos emocionales y psicológicos.
Por ejemplo, tal vez tenés una cantidad de pedidos, proyectos y tareas en tu escritorio a las que querés decir que no, pero tenés miedo de quedar mal. Por eso, posponés la respuesta para evitar el temido “no”. Mientras tanto, los post-it y las pilas de papeles se acumulan y te distraen. También puede que tengás que tomar decisiones difíciles o incómodas. En lugar de lidiar con la molestia, dejás que se acumulen las cosas incompletas.
Algunas cosas quedan sin terminar simplemente porque no tenés los sistemas, el conocimiento o la experiencia necesaria. Otras se acumulan por nuestros malos hábitos de trabajo.
Cambiá al Modo de Finalización
Preguntate constantemente: ¿Qué es lo que realmente preciso para terminar esta tarea? Luego podés empezar a dar el paso consciente de archivar documentos, mandar los formularios que precisás, o informarle a tu jefe que el proyecto se cerró. La verdad es que 20 cosas completadas tienen mucho más peso que 50 cosas a medio hacer. Un libro terminado que podés publicar e influenciar al mundo es mejor que 13 libros que estás a punto de terminar. En lugar de empezar 15 proyectos que quedan incompletos y te llenan la casa, estarías mejor si hubieras empezado solo 3 y los hubieras cerrado.
Las Cuatro D para Cerrar Tareas
Un método para manejar los pendientes, visto en muchos cursos de gestión del tiempo, es el de las cuatro D: Hacelo, Delegalo, Demoralo o Desechalo.
- Cuando agarrás un papel, decidí en ese momento si vas a hacer algo con él. Si no, tiralo (Desechar).
- Si podés resolverlo en 10 minutos, hacelo ya (Hacer).
- Si querés hacerlo vos mismo, pero sabés que lleva más tiempo, archiválo en una carpeta de cosas para hacer después (Demorar).
- Si no podés hacerlo o no querés dedicarle tiempo, delegalo a alguien de confianza (Delegar). Eso sí: pedile que te confirme cuando lo termine para que sepas que se cerró el tema.

Abriendo Espacio para lo Nuevo
Además de los pendientes de trabajo, la mayoría de las casas están saturadas con demasiado desorden, papeles, ropa vieja, juguetes sin usar, recuerdos olvidados y artículos rotos, obsoletos o que no precisamos. En Estados Unidos, creció toda una industria de mini-storage (mini-almacenamiento) para ayudar a guardar lo que ya no entra en las casas y oficinas.
Pero, ¿realmente precisamos todo eso? No, para nada.
Una forma de liberar unidades de atención es liberando tu entorno de trabajo y de vida de esa carga mental. Al limpiar lo viejo, también hacés lugar para lo nuevo.
Mirá tu ropero, por ejemplo. Si tenés uno tan lleno que no podés meter una percha más, y te cuesta sacar una camisa, esa puede ser una razón por la que no tenés ropa nueva. No hay espacio. Si no usaste algo en 6 meses (y no es ropa de estación o de fiesta, como un vestido de gala), tiralo.
Si querés que entre algo nuevo en tu vida, tenés que hacerle un espacio. Esto va tanto para lo psicológico como para lo físico.
Si querés un hombre nuevo en tu vida, tenés que soltar (perdonar y olvidar) al último con el que dejaste de salir hace 5 años. Porque si no lo hacés, el hombre nuevo que te conoce capta un mensaje silencioso: “Esta mujer está emocionalmente atada a otra persona. No soltó”.
Mi amigo Martin Rutte me contó una vez que cada vez que quiere atraer nuevos negocios, limpia a fondo su oficina, casa, auto y garaje. Y cada vez, empieza a recibir llamadas y mails de gente que quiere trabajar con él. Otros descubren que hacer una limpieza profunda los ayuda a ver con más claridad problemas, desafíos, oportunidades y relaciones.
Cuando no tiramos el desorden y lo que ya no precisamos, es como si no confiáramos en que podemos generar la abundancia necesaria para comprar cosas nuevas. Pero son precisamente estas cosas incompletas las que impiden que esa abundancia llegue. Precisamos cerrar el pasado para que el presente se manifieste por completo.
Veinticinco Formas de Cerrar Temas Antes de Seguir
¿Cuántas cosas precisás completar, tirar o delegar antes de poder avanzar y atraer nuevas actividades, abundancia, relaciones e ilusión a tu vida? Usá esta lista para inspirarte, hacé la tuya, y luego anotá cómo vas a cerrar cada tarea.
Una vez que tengas la lista, elegí cuatro ítems y empezá a completarlos. Elegí aquellos que te liberarían inmediatamente más tiempo, energía o espacio, ya sea mental o físico.
Como mínimo, te recomiendo que limpiés un incompleto importante cada 3 meses. Si querés darle un empujón real, agendá un “fin de semana de finalización” y dedicá 2 días completos a resolver la mayor cantidad de temas de esta lista:
- Actividades comerciales anteriores.
- Promesas no cumplidas, no reconocidas o no renegociadas.
- Deudas o compromisos financieros sin pagar (plata que debés o que te deben).
- Roperos desbordados de ropa que nunca se usa.
- Un garaje desorganizado lleno de cosas viejas.
- Registros fiscales desordenados.
- Libreta de cheques sin conciliar o cuentas que precisás cerrar.
- “Cajones de sastre” llenos de cosas inutilizables.
- Herramientas que faltan o están rotas.
- Un altillo lleno de cosas sin usar.
- Un baúl o asiento trasero del auto lleno de basura.
- Mantenimiento del auto a medio hacer.
- Un sótano desorganizado lleno de cosas viejas.
- Estanterías llenas de proyectos terminados o sin concretar.
- Archivos sin organizar.
- Archivos de computadora sin backup o datos que precisan ser guardados.
- Escritorio desordenado.
- Fotos familiares sin álbum.
- Pilas de ropa para coser, planchar o tirar.
- Mantenimiento de la casa postergado.
- Relaciones personales con resentimientos o agradecimientos no expresados.
- Gente que precisás perdonar.
- Tiempo que no pasaste con gente con la que tenías pensado reunirte.
- Proyectos incompletos o entregados sin cerrar el ciclo o pedir feedback.
- Reconocimientos que precisás dar o pedir.
¿Qué Te Está Molestando?
Al igual que las cosas incompletas, las molestias diarias son igualmente perjudiciales para tu éxito porque también consumen unidades de atención. Puede ser el botón que le falta a tu traje favorito y te impide usarlo en una reunión, o la tela rota en la puerta de tu patio que deja entrar bichos. Una de las mejores cosas que podés hacer para avanzar es arreglar, reemplazar, remendar o deshacerte de esos pequeños problemas diarios que te molestan y te quedan en la cabeza.
Talane Miedaner, autora de Coach Yourself to Success, sugiere caminar por cada habitación de tu casa, tu garaje y todo el terreno, anotar lo que te irrita y te molesta, y luego ocuparte de resolverlo. Si bien nada de esto es urgente para tu negocio o amenaza a tu familia, cada vez que lo notás y deseás que fuera distinto, te resta energía. Te quita vitalidad en lugar de sumarla.
— Jack Canfield
Para masticar...
¿Qué te irrita y molesta?