Pensá en MVI's

Tenés una visión grandiosa para tu iniciativa. Al describirla, la comunicás en su máxima expresión.

Pero al implementarla, esa ambición puede jugarte una mala pasada, afectando tus emociones y haciéndote creer que es posible hacer realidad el sueño de la noche a la mañana.

Considerá un enfoque experimental.

Buscá el “MVP de tu iniciativa” (Minimum Viable Product): una versión reducida, barata de ejecutar, que te ayudará a calibrar la dirección y ganar confianza para los próximos pasos.

Supongamos que estás por impulsar un nuevo podcast en la empresa. En tu mente, imaginás una temporada completa, calidad de audio digna de los mejores del mundo, un episodio por semana y millones de reproducciones.

Si te dejás llevar por las emociones, vas a terminar gastando miles de dólares en equipamiento, acondicionando salas y generando expectativas ambiciosas para tu proyecto. Pero...

¿Tenés claro el contenido a generar?
¿Sos consciente del esfuerzo que llevará producir episodios a ese nivel y con esa frecuencia?
¿Sabés si realmente vas a disfrutar de producir un podcast?

Podés dar pasos seguros y controlados hacia tu visión adoptando un enfoque experimental.

Pensá en MVIs (Minimum Viable Initiatives).

Grabá un episodio de prueba con el micrófono que tengas y, en base a eso, definí una compra básica de equipamiento para lograr un sonido de calidad respetable. Luego, grabá un primer episodio piloto y compartilo internamente en la empresa para evaluar su resonancia. Con nueva información, grabá algunos episodios más y, cuando logres confianza en tu proyecto y en la dirección que está tomando, quizás entonces amerite una inversión en equipamiento profesional para grabar una temporada para el mundo.

Las “eme-be-is” te ayudan a descubrir el camino, avanzando de a pasitos.

Te salvan de cargar con el peso excesivo de la ambición descontrolada, reduciendo el compromiso y aligerando tu carga mental.

Son tu mejor apuesta para, eventualmente, desplegar tu iniciativa en su máxima expresión.