3 min read

La Bestia Asfixia

La Bestia Asfixia

Una vez, un cliente me pidió que programara algo mientras miraba mi pantalla.

Su energía era tensa e impaciente. Su mirada, punzante.

Aunque estábamos en una videollamada, sentía su presencia como si estuviera justo detrás de mí. Su respiración, tan intensa, que casi la sentía en la nuca.

—¿Rodrigo, no sabés programar esto?

Touché.

Después de ese comentario, me quedé paralizado. En lugar de enfocarme en resolver lo que pedía, solo podía pensar en el miedo a no saber hacerlo.

Cuando sentís que te observan de cerca, algo cambia...

Pensar se vuelve más complicado. Te cuesta encontrar ideas. Y lo único que te sale es evitar equivocarte.

Eso me hizo reflexionar sobre cómo lideramos. En cuántas veces, al querer ayudar o inspirar, lo que generamos es tensión. Ya sea con empleados, amigos o familiares, estar encima, corregir cada movimiento, controlar cada paso, termina saboteando el proceso.

A mí me ha funcionado confiar.

Dar espacio. Dejar que el otro piense, explore y decida con calma. No hace falta estar mirando todo el tiempo para influir.

Ahora bien, del otro lado —del que se siente observado— también hay un trabajo importante...

No podemos vivir esperando que el otro afloje la mirada o que simplemente se vaya. Hay que aprender a pensar, decidir y actuar incluso bajo presión. A desarrollar la fortaleza mental necesaria para mantener a nuestra Bestia bajo control, incluso cuando la de otros amenaza con desestabilizarnos.

Pero si estás del lado de quien quiere inspirar, vale preguntarse:

¿Estoy confiando?
¿O estoy respirando en la nuca?

A veces, quien respira fuerte no sos vos... es tu Bestia.

La que necesita tener todo bajo control.
La que no tolera que otros se equivoquen.

La impaciencia nos empuja a acercarnos. Tanto, que al final no queda espacio ni para que el otro respire.

Balaji lo dijo claro:

“Los líderes inspiran a otros a pensar, actuar y comportarse de una forma distinta a como lo hubieran hecho si ese líder no hubiera estado presente”.

Si aspirás a eso, cuidá de no volverte adicto a Gran Hermano.

Porque en lugar de inspirar, podés estar asfixiando.

Nuevo video: La Mejor Definición de Liderazgo Que Escuché.

Para masticar...

¿Qué tanto estás asfixiando sin darte cuenta?

Tarántula
Estaba apoyado en la mesada de la cocina de una casa de campo cuando noté, de reojo, que algo se movía... Una sombra negra, como si algo caminara. Pensé que podría haber sido un reflejo o una confusión. Pero se volvió a mover. Giré la cabeza y lo confirmé: una