6 min read

Mentalidad de crecimiento

Mentalidad de crecimiento
a painting of a man with a surprised look on his face
Foto por Collab Media / Unsplash

Hola, 👋

Hoy tenemos una edición especial de la newsletter, centrada en 'mentalidades' y, en particular, en la 'mentalidad de crecimiento'.

Te comparto 5 cosas sobre este tema que me dejaron masticando y 1 pregunta para masticar:

  1. La definición de mentalidad, por Alia J. Crum:

    Una perspectiva mental o lente que organiza y codifica la información de forma selectiva”.

    Sobre la cual el neurocientífico Andrew Huberman expande:

    Nuestro día a día es un constante flujo de información que llega desde el mundo exterior: imágenes, sonidos, sensaciones que captamos a través de nuestros sentidos. Pero también recibimos un torrente de señales internas: si sentimos hambre, cansancio, ansiedad, entre otras. Las mentalidades nos ayudan a organizar toda esa información de tal manera que prestamos atención a ciertas cosas y no a otras, y respondemos a ciertas cosas y no a otras”.

    Nuestras mentalidades influyen en nuestra experiencia diaria, muchas veces sin que nos demos cuenta. Se manifiestan como historias que nos contamos a nosotros mismos y que luego guían nuestras acciones. Las palabras de Carl Jung: “Hasta que no hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino”, cobran sentido en este contexto, resaltando la importancia de descubrir y cuestionar las mentalidades que nos están orientando.

  2. Adam Grant con un ejemplo que ilustra el impacto de dos mentalidades diferentes en nuestra confianza:

    Mentalidad del impostor: “No sé lo que estoy haciendo. Es solo cuestión de tiempo hasta que todos se enteren".

    Mentalidad de crecimiento
    : "Aún no sé lo que estoy haciendo. Es solo cuestión de tiempo hasta que lo descubra".

    La forma más alta de autoconfianza es creer en tu capacidad para aprender.



    La mentalidad de crecimiento es "la creencia de que podemos mejorar en lo que hacemos, es decir, que nuestras habilidades no son estáticas, sino que son maleables y pueden desarrollarse (Huberman)”. Esto contrasta con la mentalidad fija, que es cuando considerás que tus cualidades son inmutables. En este último caso, te vas a encontrar intentando demostrar una y otra vez que tenés razón, en lugar de aprender de tus errores.

    Lo que sugiere Grant me funcionó a mí. Cultivar una mentalidad de crecimiento fue la estrategia que me ayudó a reducir la sensación de impostor.

  3. Andrew Huberman y uno de los beneficios de fomentar una mentalidad de crecimiento:

    Alabar la inteligencia disminuye el rendimiento, mientras que elogiar el esfuerzo mejora el rendimiento. Por lo tanto, si eres padre, eres maestro, y por supuesto, todos nos damos feedback a nosotros mismos, recompensarte por el esfuerzo es la mejor manera de mejorar el rendimiento. Recompensarte en base a etiquetas de identidad -muy inteligente, muy talentoso, eres un gran atleta- todo ese mirarse al espejo y hacer afirmaciones positivas sobre uno mismo puede realmente perjudicar tu rendimiento. De hecho, lo perjudica. Quizás no lo haga de inmediato, pero con el tiempo, lo hace”.

    Inconscientemente, tiendo a celebrar la inteligencia. Cuando mi hija hace un dibujo impresionante, mi primer impulso es decirle “¡sos una genia dibujando!”. Pero estoy aprendiendo a moderar ese instinto y en su lugar, elogiar el esfuerzo y la estrategia. “¡Me encanta cómo te enfocaste en los detalles!” o “¡qué bien usaste los colores!” son maneras de reconocer su trabajo sin hacer énfasis en su inteligencia innata. Este es un detalle sutil, pero uno que puede marcar una gran diferencia en el desarrollo de las personas a las que aspiramos liderar.

  4. Carol Dweck, autora de “Mindset”, explicando un gran malentendido que la gente tiene sobre las mentalidades:

    Se escucha a mucha gente decir 'soy una persona con mentalidad de crecimiento', pero resulta que todos somos una mezcla. A menudo dependiendo del entorno en el que estamos. Quizás solés tener una mentalidad de crecimiento, pero tal vez cuando te piden que salgas de tu zona de confort, o enfrentás un obstáculo, o conocés a alguien que es mucho mejor que vos en algo en lo que creías que eras realmente bueno. Uf. Eso podría llevarte a tener más de una mentalidad fija. Y lo que tenés que aprender con el tiempo al recorrer este camino es entender qué te hace retroceder a una mentalidad fija y cómo volver a un lugar de crecimiento”.

    Me doy cuenta que frente a situaciones que me resultan incómodas, la mentalidad que adopto tiende a variar. A veces, me encuentro cayendo en una mentalidad fija, especialmente cuando el desafío no parece tener una relevancia directa con mis metas o aspiraciones. Pero si percibo que el desafío incómodo tiene un valor significativo para lo que deseo lograr, soy capaz de adoptar una mentalidad de crecimiento y enfrentarlo con más determinación. Así, la importancia que le asigno a cada desafío en estos momentos de incomodidad, parece jugar un papel crucial en la mentalidad que decido adoptar.

  5. No es que sea especialmente inteligente. Simplemente, me quedo más tiempo lidiando con los problemas”. — Albert Einstein.

    En estas palabras de Einstein parece esconderse una mentalidad de crecimiento. Aunque es mundialmente conocido por su genialidad, el físico destacó más su persistencia y dedicación para abordar problemas que la atribución a una inteligencia innata excepcional.

Para masticar...

¿Cómo cambiaría tu enfoque si adoptaras una mentalidad de crecimiento en situaciones donde usualmente aplicás una mentalidad fija?